En busca de la libertad

por **Alexis Rosseau** Dom Jul 19, 2009 2:02 pm

Esta es una historia propia, no esta basada en ningun libro, los personajes son enteramente mios.

Las estrellas brillaban esa noche, como una dulce ironía de la tragedia que acechaba, la luz de la luna se reflejaba en el arma que ella sostenía contra su pecho, una lagrima recorría su mejilla, su mirada destrozada se cruzaba con la de el, que la miraba horrorizado, ella le dedico una ultima sonrisa y se dispuso a jalar del gatillo.
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Max despertó al escuchar el despertador, abrió los ojos lentamente, perezoso. Se incorporo, bostezando, fue directamente al baño, abrió la ducha y entro rápidamente, dejo caer el agua caliente sobre su cuerpo, estirándose, despertándose del todo, cierra la canilla y sale envuelto en una toalla, se dirige hacia su guardarropas y agarra su mejor camisa, se la coloca junto a sus pantalones de vestir, camina con paso lento hacia el espejo, suspira poco convencido de la imagen que este le devuelve, se despeina un poco el cabellera y sale de su habitación.
En la cocina su madre estaba esperándolo, le sonríe amplio al verlo –Estas hermoso, hijo mío- lo abraza con cariño, el responde el abrazo sin decir nada, y dirige la mirada hacia su padre –Estoy orgulloso de ti- Max desvía la mirada, escapando del abrazo de su madre, toma la llaves de su auto guardándola en el bolsillo de su saco, a partir de ese día era un hombre de negocios, agarra la taza de café que le ofrecía su madre, ajeno a la conversación de sus padres.
-Es hora, Max-su padre lo llama desde la puerta de la cocina, lo sigue hasta su propio auto, algo desganado-Te veo allí, hijo-se despide su padre subiendo a su auto. Max enciende su mercedez y parte rumbo a su empresa.

Maia despertó en el cuarto de hotel al escuchar sonar el teléfono-Señorita Benbrook, su padre la espera para desayunar-cuelga el teléfono, incorporándose de la cama, va al cuarto de baño a darse una rápida ducha, una vez que termino se dirigió a guardarropas a elegir lo que usaría esa mañana, se puso algo discreto, ya que a pesar de que su padre le había permitido estudiar en el occidente siempre le gustaba que no olvidara su cultura, bajo hasta encontrarse con el.
-Buenos días, padre-saludo cálida al llegar al restaurant del hotel. Su padre solo le dedico una sonrisa, indicando que tomara asiento en la silla enfrente de el, ella obedeció.-Iremos a la empresa de James Leroux a cerrar un negocio-empezó a decir Ismail-Tu madre llamo esta mañana, al parecer Hassan ha ido a casa a pedir tu mano para su hijo mayor Zakariya, lo recuerdas, no?-Maia estaba petrificada escuchando lo que su padre decía, como si fuera una noticia mas, solo se limito a asentir-Bien, es una buena familia, los conocemos de años…-continuo, pero ella ya no escuchaba ,sentía como su mundo se derrumbaba bajo sus pies, sus sueños de libertad, su independencia todo desaparecía en unos segundo, ni se dio cuenta cuando su padre se incorporo y se dirigió a la salida-Maia-la llamo, sacándola de su enseñamiento, se incorporo y lo siguió con pesar.